¿Qué es un hogar inteligente o Smart Home? Un Hogar Inteligente es aquel cuyas instalaciones (climatización, iluminación, electricidad, seguridad, telecomunicaciones, multimedia, informáticas, control de acceso…) permiten una gestión y control integrados y automatizados. El objetivo es mejorar su eficiencia energética, su seguridad, su comodidad y su accesibilidad.
El cambio climático se ha convertido en uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la sociedad a escala mundial. Una de las tendencias en el ahorro energético es la automatización, lo que ha impulsado el desarrollo de edificios inteligentes. Éstos son capaces de economizar energía, colaborar con el desarrollo sostenible y aprovechar recursos tecnológicos en su grado máximo; así como de utilizar la tecnología de la información para optimizar sus características. La domótica agrupa a todos los sistemas que permiten automatizar un edificio.
¿Quién no ha visto una persiana subirse pulsando un botón? ¿Y una luz que se enciende al pasar? Gracias a la domótica y a la integración central de todos los sistemas automatizados, un hogar inteligente nos permite toda una serie de ajustes y comodidades, como por ejemplo:
* Regular la iluminación para encontrar la más adecuada a cada estancia y uso.
* Ajustar individualmente la temperatura de cada estancia.
* Ahorrar en energía al programar los aparatos. Por ejemplo, la programación de la calefacción para que nuestro hogar se precaliente poco antes de nuestra llegada; programar el lavavajillas o lavadora por la noche si tenemos contratada una tarifa nocturna de electricidad, etc.
* Programar de forma adaptativa el estado de toldos, ventanas, etc, de acuerdo a las condiciones climatológicas.
* En caso de avería o escape, realizar los pertinentes cortes de suministro para evitar males mayores.
¿Cómo se diseña un edificio inteligente?
La gran mayoría de las personas que han vivido en una vivienda inteligente, difícilmente se sentirán cómodas al volver a una que no lo sea.
Cuando pensamos en el diseño arquitectónico de un hogar inteligente no hay que imaginar viviendas de ciencia ficción ni con diseños futuristas. Su relación con el diseño es evidente, pero se trata de diseñar una vivienda que apoye nuevas formas de vivir e integre las nuevas tecnologías.
La vivienda de hoy es ya una vivienda conectada, equipada con sistemas de intercomunicación que proporcionan una vida doméstica más cómoda, segura y ecológica.
Para convencer a un cliente nuevo, es clave que pueda experimentar in situ los beneficios de un hogar inteligente: probar las distintas opciones desde un panel de control o mediante la voz, manejar las condiciones ambientales de un ambiente, cambiar la intensidad y/o el color de la luz, ajustar la temperatura de la estancia, interactuar con los distintos tipos de interruptores inteligentes, etc.
En nuestro showroom podrás experimentar en primera persona las distintas opciones domóticas que dispondrán las viviendas de Residencial La Granja León. ¡Llámanos para concertar una cita!
Domótica sí, pero con cabeza. El entusiasmo que genera la domótica puede impulsar al usuario a querer controlarlo todo, aunque a veces eso no tenga demasiado sentido. Por definición la domótica busca ser inteligente en forma global, por lo que debe funcionar como un sistema que facilite los procesos, haciendo la vida más fácil al usuario. Por ejemplo, automatizar el funcionamiento de una plancha o una cafetera puede no marcar una real diferencia en la calidad de vida del usuario. Sin embargo, programar el encendido de luces, alarmas y/o la calefacción en ciertas horas del día, sí.
Una vez identificadas las necesidades del usuario, se deben planificar soluciones integradas que permitan programar y controlar ambientes. Por ejemplo, al seleccionar un ambiente predefinido para la noche, el sistema ejecutará, en un sólo proceso, la atenuación y el apagado de luces, el cierre de cortinas, y la activación de la alarma. Esto no impide el manejo de cada opción por separado, pero es más fácil y efectivo considerarlas, desde un inicio, como respuestas en conjunto.
Es importante señalar que la domótica debe incluirse en el plan de construcción antes de comenzar la obra gruesa del edificio, ya que en fases más avanzadas se complejiza el proceso completo.
Beneficios de vivir en un hogar inteligente
¿Cuáles son los beneficios de vivir en un hogar inteligente? Hacerse más cómodo, atractivo y sobre todo con una funcionalidad de última tecnología que le da sofisticación, prestancia y distinción al diseño y arquitectura de los espacios.
La vivienda inteligente es un concepto que ayuda a familias jóvenes cuya primera preocupación es el ahorro de tiempo, a personas mayores que principalmente se preocupan de su salud y seguridad, y a discapacitados para que puedan controlar toda la casa desde cualquier lugar mediante voz, sonido o incluso pestañeos.
- Eficiencia energética. A través del sistema inteligente de la casa, podemos controlar el gasto energético. Las viviendas domóticas permiten controlar la temperatura del interior de la casa, la iluminación de las diferentes estancias o el consumo derivado de los electrodomésticos. Por ejemplo, cuando la casa queda vacía, automáticamente se conecta la alarma y las cámaras para vigilancia y seguridad de la casa, se apagan todas luces, las persianas bajan hasta un 75% y la climatización pasa a modo ahorro energético en el hogar.
- Otra de las ventajas de los hogares inteligentes es que permiten mejorar la calidad de vida de adultos mayores o personas en situación de discapacidad. Por ejemplo, es posible programar el encendido de luces a cierta hora del día, aumentando su intensidad con el paso de las horas, o encenderse y apagarse automáticamente a medida que la persona se va moviendo por la vivienda. Otro ejemplo, en personas con Parkinson u otras enfermedades motrices, el control por voz puede resolver el manejo de los interruptores sin necesidad de tocarlos. Además, las casas inteligentes incluyen sistemas de teleasistencia para personas mayores o personas con movilidad reducida, así como telemantenimiento.
- La seguridad es uno de los grandes beneficios de los hogares inteligentes. Incluir la alarma en un sistema domótico evita la necesidad de conectarse a una central, notificando directamente al usuario en su teléfono móvil y mostrando detalladamente que puerta o ventana ha sido manipulada. Si se han incluido cámaras de vigilancia, es posible ver en tiempo real lo que está pasando en la vivienda. También se pueden vigilar, mediante cámaras, las habitaciones de los niños para comprobar cómo se encuentran. En el caso de otros peligros, como una fuga de agua, el sistema avisa al usuario para cerrar el paso de estos elementos, mientras se encuentra una solución definitiva al problema.
- El ahorro de tiempo es otro de los beneficios de vivir en un hogar inteligente. Por ejemplo, con un lector de llaves electrónico o de huella digital, tu casa identifica a cada persona que acceda y, conectándolo con el sistema general de la vivienda, podemos programar las necesidades de cada miembro de la familia. Este sistema te puede encender la tele con tu programa favorito, o encender las luces del baño cuando llegamos de trabajar porque nos vamos directos a la ducha.
En resumen, los hogares inteligentes aumentan la seguridad, el confort, el ahorro energético y la calidad de vida dentro del hogar.
